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lunes, 1 de junio de 2015

La crisis del feudalismo es el periodo de decadencia por el cual pasa el feudalismo, y se caracteriza por el agotamiento de las tierras de cultivo y la falta de alimentos, lo que por consecuencia produjo hambruna y una gran cantidad de muertos. A ello hay que añadir la aparición de graves enfermedades infectocontagiosas o epidémicas, como las pestes. Tal es el caso de la conocida peste negra, que disminuyó notoriamente la población europea.
A partir del siglo XIII, la mejora de las técnicas agrícolas y el consiguiente incremento del comercio hizo que la burguesía fuera presionando para que se facilitara la apertura económica de los espacios cerrados de las urbes, se redujeran los tributos de peaje y se garantizaran formas de comercio seguro y una centralización de la administración de justicia e igualdad de las normas en amplios territorios que les permitieran desarrollar su trabajo, al tiempo que garantías de que los que vulnerasen dichas normas serían castigados con igual dureza en los distintos territorios.
Las ciudades que abrían las puertas al comercio y otorgaban una mayor libertad de circulación, veían incrementar la riqueza y prosperidad de sus habitantes y las del señor, por lo que con reticencias pero de manera firme se fue diluyendo el modelo. Las alianzas entre señores eran más comunes, no ya tanto para la guerra, como para permitir el desarrollo económico de sus respectivos territorios, y el rey fue el elemento aglutinador de esas alianzas.
El feudalismo alcanzó el punto culminante de su desarrollo en el siglo XIII; a partir de entonces inició su decadencia. El subenfeudamiento llegó a tal punto que los señores tuvieron problemas para obtener las prestaciones que debían recibir. Los vasallos prefirieron realizar pagos en metálico a cambio de la ayuda militar debida a sus señores; a su vez éstos tendieron a preferir el dinero, que les permitía contratar tropas profesionales que en muchas ocasiones estaban mejor entrenadas y eran más disciplinadas que los vasallos. Además, el resurgimiento de las tácticas de infantería y la introducción de nuevas armas, como el arco y la pica, hicieron que la caballería no fuera ya un factor decisivo para la guerra. La decadencia del feudalismo se aceleró en los siglos XIV y XV. Durante la guerra de los Cien Años, las caballerías francesa e inglesa combatieron duramente, pero las batallas se ganaron en gran medida por los soldados profesionales y en especial por los arqueros de a pie. Los soldados profesionales combatieron en unidades cuyos jefes habían prestado juramento de homenaje y fidelidad a un príncipe, pero con contratos no hereditarios y que normalmente tenían una duración de meses o años. Este «feudalismo bastardo» estaba a un paso del sistema de mercenarios, que ya había triunfado en la Italia de los condotieros renacentistas.
La encomienda, encomendación o patrocinio, aunque era habitual utilizar el término commenpdatio para el acto del homenaje o incluso para toda la institución del vasallaje eran pactos teóricos entre los campesinos y el señor feudal, que podían también ritualizarse en una ceremonia o -más raramente- dar lugar a un documento. El señor acogía a los campesinos en su feudo, que se organizaba en una reserva señorial que los siervos debían trabajar obligatoria mente y en el conjunto de las pequeños terrenos para explotaciones familiares que se atribuían en el feudo a los campesinos para que pudieran subsistir. Obligación del señor era protegerles si eran atacados, y mantener el orden y la justicia en el feudo. A cambio, el campesino se convertía en su siervo y pasaba a la doble jurisdicción del señor feudal: en los términos utilizados en España en la Baja Edad Media, el señorío territorial, que obligaba al campesino a pagar rentas al noble por el uso de la tierra; y el señorío jurisdiccional, que convertía al señor feudal en gobernante y juez del territorio en el que vivía el campesino, por lo que obtenía rentas feudales de muy distinto origen (impuestos, multas, monopolios, etc.). La distinción entre propiedad y jurisdicción no era en el feudalismo algo claro, pues de hecho el mismo concepto de propiedad era confuso, y la jurisdicción, otorgada por el rey como merced, ponía al señor en disposición de obtener sus rentas. No existieron señoríos jurisdiccionales en los que la totalidad de las parcelas pertenecieran como propiedad al señor, siendo muy generalizadas distintas formas de alodio en los campesinos. En momentos posteriores de despoblamiento y refeudalización, como la crisis del siglo XVII, algunos nobles intentaban que se considerasen despoblados completamente de campesinos un señorío para liberarse de todo tipo de cortapisas y convertirlo en coto redondo reconvertible para otro uso, como el ganadero.

lunes, 18 de mayo de 2015


¿Que es un feudo?

Contrato por el cual los soberanos y los grandes señores concedían, en la Edad Media, tierras o rentas en usufructo y quien las recibía se obligaba a guardar fidelidad de vasallo y prestar determinados servicios y obligaciones.



explicacion.!!

vallasaje: Era el sistema por el cual los nobles juraban fidelidad al rey y le prometían ayuda militar y consejo político. A cambio el rey le concedía al noble el control político, económico y militar de un territorio (feudo). La ceremonia en la que el noble juraba fidelidad al rey se denominaba homenaje y la investidura, por la que el rey cedía una porción de tierras, el feudo, a su vasallo.

Los nobles más importantes podían repetir sobre nobles segundones el sistema de vasallaje jurando fidelidad a cambio de territorios.

servidumbre:  El noble controlaba el territorio concedido por el rey (feudo) y a su población. Dada la inestabilidad política y militar de la época, los campesinos se sometieron a la autoridad del noble a cambio de su protección. Dejaron de ser completamente libres y se conviertieron con en 
siervos.

los clerigos: La institución eclesiástica estaba presente en toda Europa occidental.
El papa de Roma era la cabeza de la Iglesia y gobernaba su Estado propio: los Estados Pontificios. Poseía sus propios ejércitos aunque su poder militar era escaso. Pero sí tenía gran influencia al poder excomulgar a un rey que no se comportara adecuadamente. Esto suponía para el rey la anulación del juramento de fidelidad de sus súbditos.
Por debajo del papa la iglesia se dividía en: 
  • Clero secular, formado por obispos, arzobispos y sacerdotes.
  • Clero regular, formado por las órdenes religiosas, encabezadas por un abad principal. Le seguían los superiores, los frailes, monjes y monjas.
Las parroquias y los monasterios eran unos señoríos más, ya que poseían tierras propias y tenían siervos que las trabajaban.
La órden religiosa más importantes eran los benecdictinos, fundada por Benito de Nursia en Italia en el siglo VI. Posía una regla que explicaba su estructura, organización y las obligaciones de todos sus miembros.


los campesinos: Representaban el 90% de la población. Muy pocos eran propietarios de sus tierras. La mayoría vivía en el feudo y trabajaban las tierras del señor. Se dividían entre siervos y libres:
  • Los siervos. Estaban sometidos completamente a la autoridad del señor. no podían abandonar el feudo, ni casarse sin su permiso, trabajaban gratuitamente para el señor. A cambio el señor los mantenía y alimentaba. Su condición social pasaba de padres a hijos.
  • Los campesinos libres por el contrario sí podían abandonar el feudo y decidían sus actos personales. Trabajaban en los mansos del señorío pagando a cambio unas rentas al señor y el diezmo a la iglesia.

LOS NOBLES



CAMPESINOS


CLEROS


VALLASAJE